¿Quién eres tú para poner fin a una guerra? ¿Quién eres tú para no poner fin a una guerra?
En el futuro, el concepto de la herencia del poder a través de líneas hereditarias será visto como una de las filosofías políticas más oscuras que adornan nuestro planeta.
La dura realidad del imperialismo es que alimenta a la minoría, mientras la mayoría muere de hambre.
La idea de que la guerra o la lucha física puedan resolver un problema es absurda.
¿No votaste? Ve y díselo a un libio.
Ojo por ojo, y al final todo el mundo quedará ciego.
Un hombre que no muere por algo no es apto para vivir.
Soy el hombre más sabio del mundo, porque sé una cosa: que no sé nada.