Una interfaz de interoperabilidad empresarial (BII) es una interfaz que permite la interoperabilidad empresarial entre sistemas organizativos. El término fue acuñado por la Comisión Europea en el Marco Europeo de Interoperabilidad [1] donde se recomiendan este tipo de interfaces para mejorar la interoperabilidad de las administraciones públicas que internamente utilizan estándares diferentes.
Aunque la descripción del BII de la Comisión Europea sigue siendo vaga, se describen los siguientes requisitos: El BII debe describir los puntos de entrada y salida a los procesos de negocio internos de una organización y debe describir la contribución y los compromisos que los socios de colaboración requieren entre sí en un manera formal. Además, el BII debería permitir la implementación de procesos comerciales colaborativos e interconectar los procesos comerciales de diferentes organizaciones. Esta descripción implica que el objetivo principal del BII es describir a los socios colaboradores cómo pueden interactuar con una organización.
Una interfaz representa el punto de interconexión entre dos sistemas o subsistemas. Dado que los negocios colaborativos siempre comprenden interacciones entre sistemas organizacionales (por ejemplo, empresas o departamentos), las interfaces son un elemento esencial en el desarrollo de procesos comerciales colaborativos. En el contexto de organizaciones que trabajan juntas, las descripciones de interfaces deben describir aquellas características de un sistema que son relevantes para sistemas adyacentes. Mientras que las interfaces en los sistemas de información anteriormente se concentraban en aspectos técnicos, por ejemplo, al describir las interfaces de programación de aplicaciones , desarrollos recientes como la arquitectura orientada a servicios cambiaron la atención a las interfaces conceptuales que apuntan a una descripción a nivel empresarial de los servicios y los límites organizacionales.
De manera similar, se argumentó que las definiciones anteriores de interoperabilidad se centraban demasiado en aspectos técnicos. En consecuencia, se propuso el término interoperabilidad empresarial, definido por ejemplo como " la capacidad organizativa y operativa de una empresa para cooperar con sus socios comerciales y establecer, conducir y desarrollar eficientemente relaciones comerciales respaldadas por TI con el objetivo de crear valor ". [2] La interoperabilidad suele entenderse como la capacidad de los sistemas autónomos "para intercambiar información y poder utilizarla", [3] o simplemente: la capacidad de un sistema autónomo para trabajar juntos o colaborar . Dado que "trabajar juntos" de organizaciones autónomas significa que ejecutan un proceso de negocios colaborativo, la interoperabilidad empresarial también se puede definir como
... la capacidad de las organizaciones autónomas para ejecutar un proceso de negocios colaborativo entre ellas . [4]
Con base en las definiciones de interoperabilidad e interfaz empresarial, el término BII se puede definir de la siguiente manera:
La interfaz de interoperabilidad empresarial de una organización comprende toda la información que es relevante para las organizaciones asociadas con el fin de implementar un proceso empresarial colaborativo con la organización. La interfaz comprende aquellos elementos de un proceso empresarial colaborativo que proporciona la propia organización, así como los elementos que la organización espera de las organizaciones asociadas. [5]
El contenido de BII no se limita a las descripciones de procesos: para implementar un proceso de negocio colaborativo, los socios de colaboración no sólo necesitan conocer la secuencia en la que se ejecutan las actividades, sino que también requieren información complementaria como roles organizacionales, detalles de actividades individuales o documentos. tipos. Asimismo, la descripción del BII debe cubrir diferentes niveles de granularidad técnica, ya que la implementación sistemática de procesos de negocios colaborativos requiere modelos tanto a nivel empresarial como técnico.
Un proyecto de investigación de la UE, destinado a mejorar la interoperabilidad entre las administraciones públicas europeas, presentó una propuesta para diseñar e implementar una interfaz de interoperabilidad empresarial, que posteriormente se perfeccionó en publicaciones científicas. [6]
La ilustración resume la idea de esta implementación de BII: las organizaciones A y B tienen cada una una vista interna/privada de su sistema de información. A partir de este modelo interno, obtienen una visión para su socio colaborador. Por ejemplo, en el proceso público de la Organización A, solo se incluyen aquellas actividades del proceso privado de la Organización A que son relevantes para el socio colaborador (es decir, la Organización B). Todos estos elementos públicos se agrupan en el BII, donde un socio colaborador puede leerlos. Si los elementos de los elementos BII adyacentes encajan y todos los socios de colaboración acordaron cómo interpretarlos, también se denominan elementos globales.
El BII allí descrito aborda cuatro dimensiones empresariales: en la dimensión organizativa, se describen roles, unidades y otros elementos organizativos relevantes para la colaboración y se relacionan con elementos internos. Esto garantiza, por ejemplo, que los socios de colaboración tengan una comprensión común de los roles que interactúan. En la dimensión de datos, los tipos de documentos utilizados en la colaboración se definen y se relacionan con los tipos de documentos utilizados internamente. En la dimensión funcional se describen las funciones comerciales y los servicios ofrecidos en la colaboración. En la dimensión de procesos se describen los procesos que ofrece cada organización, así como cómo se relacionan estos procesos públicos con procesos adyacentes de las organizaciones socias.