Los conservacionistas, ecologistas, científicos de la biodiversidad, legisladores y muchos otros dependen en gran medida de la información taxonómica para gestionar, conservar, utilizar y compartir nuestra biodiversidad. La escasez mundial de esta importante información taxonómica, las lagunas en nuestro conocimiento taxonómico y la escasez de taxónomos y curadores capacitados para cubrir esta necesidad se conoce como el impedimento taxonómico . La importancia del impedimento taxonómico fue reconocida por el Convenio sobre la Diversidad Biológica , firmado en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992 , [1] y han surgido iniciativas que aún no han resuelto el problema. [2]
Las mayores contribuciones de la taxonomía a la ciencia y a la humanidad están por llegar. Contra enormes obstáculos y con un mínimo de financiación, equipamiento, infraestructura, organización y estímulo, los taxónomos han descubierto, descrito y clasificado casi 1,8 millones de especies. Si bien se está prestando cada vez más atención a hacer que esta importante cantidad de información taxonómica acumulada sea más fácilmente accesible, se ha prestado comparativamente poca atención a abrir el acceso a los recursos de investigación que necesitan los propios taxónomos. Los beneficios asociados con la facilidad de acceso a los registros de museos (por ejemplo, el Global Biodiversity Information Facility ) o a las especies "conocidas" (por ejemplo, la Encyclopedia of Life ) se ven seriamente restringidos cuando dicha información no ha sido probada en cuanto a su validez o simplemente no está disponible, como es el caso de tres cuartas partes o más de las especies de la Tierra. Actuamos como si la taxonomía ya estuviera hecha, pero nada podría estar más lejos de la verdad.
Las causas de la crisis actual en taxonomía han sido atribuidas a una pérdida de perspectiva en la ecología [3] y la biología evolutiva a medida que la síntesis evolutiva moderna se desarrolló durante los años 1930 y 1940: una fusión de "patrón con proceso", [4] "confundiendo los métodos y objetivos de la ciencia emergente de la genética de poblaciones con los de la ciencia establecida de la taxonomía", [4] lo que causó que la taxonomía fundamental tradicional fuera menospreciada y, en consecuencia, subfinanciada.
Se sostiene que algunas iniciativas que apuntan a eludir el cuello de botella de la falta de conocimientos taxonómicos siguen desviando fondos que no se destinarían a resolver el problema fundamental. [5] [6] [7]