Los crampones son un dispositivo que se fija a un zapato o bota y que tiene pequeños tacos o clavos debajo. Se utilizan para evitar resbalones en superficies resbaladizas como el hielo o la nieve. Los crampones se fijan al calzado con correas sobre el talón y la punta o con una sola tira sobre el pie. No deben confundirse con los crampones que se utilizan para escalar en hielo; los crampones son mucho más pequeños y se utilizan comúnmente en áreas árticas.
Existen crampones especialmente diseñados para correr y hacer senderismo. En el pasado, los crampones solían ser utilizados por personas mayores, pero los nuevos diseños los han hecho más populares entre los jóvenes. También hay zapatos con clavos ya fijados a sus suelas. [1] Hay diferentes tipos de crampones diseñados y fabricados para la tracción de transición (que se pueden usar en interiores y exteriores) y la tracción agresiva (para trabajar al aire libre). [2] Los crampones industriales están diseñados y fabricados para soportar umbrales de temperatura más bajos y funcionar durante más tiempo en un entorno laboral/industrial. [3] La mayoría de los crampones no son seguros para usar en interiores, y el usuario puede resbalarse si intenta hacerlo. La excepción son los crampones de tracción de transición, una tecnología más nueva. [4]
También existen crampones diseñados para su uso en entornos industriales. [5]
Los militares fueron de los primeros en utilizar crampones para hielo mientras realizaban tareas en regiones con clima frío, para aumentar la movilidad en las montañas y las zonas árticas. [6]
En 1939, en la ciudad de Öde, en Medelpad (Suecia), se encontraron crampones que datan de entre los años 800 y 1100. El hallazgo se encuentra en el museo de historia de Suecia. [7]