Hilda Maia Valentim

En su juventud, se hizo famosa como la prostituta "Hilda Furacão", este nombre se ganó por su reputación de mujer con poca paciencia, generando muchas peleas entre sus clientes y colegas.

Ejercía su profesión en la zona bohemia de Belo Horizonte, más precisamente en el Hotel Maravilhoso, en la calle Guaicurus.

En ese lugar conoció al futbolista Paulo Valentim, quien en ese momento jugaba para el Atlético Mineiro[2]​ y con quien se casó, a fines de la década de 1950, pasando a llamarse Hilda Maia Valentim.

Después de la jubilación Paulo Valentim, la pareja se instaló en Buenos Aires, ya que Valentim, cuando jugaba para Boca, se convirtió en un ídolo de la multitud.

[6]​[7]​ En 2016 se inauguró el Museo del Sexo Hilda Furacão en la calle Guaicurus de Belo Horizonte.