La ocupación británica de Trujillo y las Islas del Tigre fue una breve ocupación del puerto hondureño de Trujillo y las Islas del Tigre. [1]
Durante la presidencia de Juan Lindo Zelaya , Honduras enfrentó importantes tensiones diplomáticas con Gran Bretaña por reclamos comerciales y territoriales. En octubre de 1849, el buque de la Armada británica HMS Plumper entró al puerto de Trujillo exigiendo una compensación por la confiscación de caoba a las compañías madereras beliceñas. Las autoridades británicas ocuparon temporalmente Trujillo, destruyeron propiedades y exigieron el pago de 1200 pesos. Más tarde ese mes, el cónsul británico Frederick Chatfield, actuando sin autorización oficial, ordenó la ocupación de la isla de Tigre por tropas del HMS Gorgon. La guarnición hondureña, comandada por el coronel Vicente Lechuga, no ofreció resistencia. Sin embargo, la ocupación fue rápidamente desautorizada por el gobierno británico.
Al mismo tiempo, el agente estadounidense en Centroamérica, Ephraim George Squier , advirtió a Washington sobre las intenciones británicas, sugiriendo que la ocupación era parte de un plan para asegurar una presencia militar a lo largo de la posible ruta de un futuro canal interoceánico. En respuesta, en noviembre de 1849, Squier impulsó el "Pacto de Chinandega", un acuerdo entre Nicaragua, Honduras y El Salvador que garantizaba el apoyo estadounidense a cualquier proyecto de canal que desembocara en el Golfo de Fonseca . Además, Squier intentó asegurar la soberanía hondureña sobre la isla de Tigre mediante un tratado bilateral con Honduras.
El secretario de Estado norteamericano John Clayton, al enterarse de las acciones de Squier, desautorizó sus iniciativas. El 26 de diciembre de 1849, la armada británica evacuó la isla de Tigre , devolviendo la soberanía a Honduras en un gesto que incluyó una salva de 21 cañonazos, marcando una mejora en las relaciones entre ambos países. No obstante, Squier continuó actuando unilateralmente, proclamando la soberanía de Estados Unidos y Honduras sobre la isla en enero de 1850, acto que fue nuevamente desautorizado por Washington.
Finalmente, las tensiones entre Estados Unidos y Gran Bretaña en la región llevaron a la firma del Tratado Clayton-Bulwer el 19 de abril de 1850. Este tratado buscaba la neutralización de Centroamérica en relación con la construcción de un canal interoceánico, asegurando un equilibrio estratégico entre ambas potencias en la región. Con la firma del tratado se puso fin a la crisis, aunque dejó en evidencia la creciente importancia geopolítica de Centroamérica en los intereses globales de ambas naciones. [2]