Después prestó sus servicios en Indianápolis, y posteriormente en Syracuse Chiefs, donde alcanzó 29 victorias con 15 blanqueadas.
Con esta novena tuvo un buen arranque pues lideró la Liga Nacional en victorias (28), juegos completos (31), innings pichados (367) y blanqueadas (7); una de ellas enfrentando al veterano Cy Young en una victoria de 1-0.
Con este equipo logró importantes números, entre ellos haber obtenido 30 o más victorias en tres temporadas consecutivas (1915-16-17) y 16 pizarras en blanco en 1916, récord vigente de grandes ligas.
Estas extravagancias las compensaba con su pitcheo simple, en el cual, aparentemente, no mostraba mucho esfuerzo.
Incluso el calentamiento previo que hacía antes de entrar en acción era mínimo.
Es recibido en los terrenos del shorstope por el mánager jugador Rogers Hornsby, qúién lo ve fijamente a los ojos y le dice: "Amigo mío, nunca has bebido una copa".
En el home, por los Yankees, enfrentaría al joven Lazzeri de 22 años.
Después de pasar este escollo, logró salvar el octavo; en el noveno, con dos outs, dio una base por bolas a Ruth; al bate pasó Bob Meusel quien no tuvo acción al aventurarse Ruth a robar segunda y fallar en el intento, otorgando la serie a los Cardinals.