También conocida como "lámpara de perfume", "lámpara de efusión" o "lámpara catalítica", una lámpara de fragancia es una lámpara que dispersa alcohol perfumado mediante una mecha de combustión catalítica que consiste en una mecha de algodón enhebrada a través de una piedra natural porosa. La mecha de combustión catalítica fue desarrollada y patentada por Maurice Berger, un dispensador farmacéutico francés, en 1898 como un medio para purificar el aire en hospitales y morgues. [1] [2] [3] Se afirma que este proceso de oxidación catalítica destruye las bacterias en el aire y aumenta los niveles de oxígeno. [4]
El proceso de combustión de la lámpara aromática se inicia encendiendo el quemador de piedra situado en la boca de la lámpara. Después de dos minutos, la llama se apaga soplando. El quemador calentado permanece activo durante el proceso de combustión catalítica sin llama y difunde el alcohol quemado y los aromáticos añadidos por toda la habitación. La lámpara no funciona con una llama abierta, por lo que es mucho más segura de usar que las velas aromáticas. Su temperatura de funcionamiento más baja también significa que, a diferencia de las velas aromáticas, los aromáticos se difunden de manera muy eficiente en el aire ambiente sin quemarse.
La lámpara Berger original utilizaba alcohol metílico, mientras que las lámparas modernas utilizan alcohol isopropílico (90% o más). [5] Se pueden añadir perfumes o aceites esenciales. Para iniciar el proceso catalítico es necesario dejar que la mecha absorba completamente el combustible y luego encender el quemador catalítico con una llama y dejarlo arder durante aproximadamente dos minutos hasta que la piedra catalítica alcance la temperatura de funcionamiento correcta. En este punto, la llama debe apagarse para que el aceite se difunda a través del proceso catalítico. Se deben tomar precauciones para evitar posibles peligros:
6. La fascinante historia y función de las lámparas aromáticas de Love Ria. Publicado en 2024