La Guardia Financiera ( rumano : Garda Financiară ) era el organismo de control, subordinado a la Agencia Nacional de Administración Fiscal (ANAF), con el mandato de controlar los ámbitos financiero, económico y aduanero para prevenir y sancionar la evasión fiscal y el fraude fiscal. según la legislación vigente. La institución estaba dirigida por un funcionario público, con mandato de Comisario Jefe, designado por el Ministro de Hacienda Pública. [1]
La Guardia Financiera podía identificar actos y hechos que tuvieran el efecto de evasión y defraudación fiscal, identificando sus implicaciones fiscales y teniendo, conforme al Procedimiento del Código Tributario, tomar las medidas cautelares -imponiendo el embargo- siempre que existiera peligro de que el deudor evadiera. de procesamiento, esconder o desperdiciar la propiedad. [2] Asimismo, los Comisarios de la Guardia Financiera podrán realizar, en el curso del control operativo y no anunciado, el seguimiento y verificación necesarios para prevenir, detectar y combatir la evasión fiscal. [2]
Desde enero de 2010, la Guardia Financiera había adquirido nuevas competencias, principalmente para celebrar actos de control para determinar la situación fiscal y determinar las circunstancias en la comisión de actos de derecho penal en el ámbito financiero-fiscal. [2]
La Guardia Financiera tiene la siguiente estructura: [1]
A finales de 2009, la Guardia Financiera informó de una aportación de más de 2.240 millones de lei (más de 530 millones de euros ) al presupuesto estatal, procedente de la recuperación de fondos comunicados por los agentes económicos en relación con las obligaciones impagadas en los plazos legales. [3]
Por GEO no. 74/2013, se suprimió la Guardia Financiera y se creó la "Dirección General Antifraude" (DGAF). [4]