Felix Würtz fue un cirujano del siglo XVI.
Würtz nació en Zúrich . Las fechas de su nacimiento y muerte son inciertas. [1] La fecha de su nacimiento fue aproximadamente entre 1500 y 1510, y la fecha de su muerte fue aproximadamente entre 1590 y 1596. Würtz vivió y ejerció en Zúrich y Estrasburgo .
No recibió estudios académicos, pero cuando tenía 14 años hizo su aprendizaje con un cirujano. Luego fue barbero y presumiblemente trabajó como feldsher . [2] A partir de 1536 fue miembro del gremio de barberos de Zúrich. [3] Era amigo de Conrad Gesner , el médico de la ciudad y conocido naturalista. Presumiblemente Gesner le dio a Würtz el consejo de escribir sobre sus experiencias y conocimientos como cirujano. [4]
La obra principal de Würtz es Praktika der Wundartzney , publicada en 1563 en Basilea . En ella, Würtz describe su opinión sobre el tratamiento de las heridas y critica varias tradiciones médicas. [5] Steinbrecher considera este libro "uno de los libros médicos más originales e importantes del siglo XVI". [6] Würtz se opone a ciertos tratamientos que considera incorrectos. Critica en particular la sutura quirúrgica y recomienda sólo un rango limitado de indicaciones. Destaca la importancia de las propias experiencias prácticas de los cirujanos.
Esta actitud es también decisiva en su Libro infantil , que fue publicado después de su muerte por su hermano Rudolf en 1612 como parte del libro sobre cirugía. [7] Este libro es una importante contribución a la pediatría. Aquí Würtz planteó en detalle para su discusión los daños físicos y las curvaturas, que eran simplemente resultado del envolver a los bebés en pañales . Parece ser el primer escritor que criticó abiertamente ciertas formas duras de este antiguo tratamiento de los bebés:
“Vi también niños rectos y rectos creados por Dios y nacidos en este mundo por los hombres, que sin embargo se convirtieron en hombres encorvados y cojos, que nunca tuvieron muslos rectos y sanos. (…) Además, por ejemplo, dejé a un niño acostado nuevamente y atado, de modo que vi cómo lo habían envuelto. Entonces vi realmente dónde se había equivocado (…). Sin embargo, por error quisieron atarlo derecho, pero en realidad lo ataron torcido y apretaron las vendas con fuerza, de modo que el niño no puede tener paz.” [8]