East Shield ( polaco: Tarcza Wschodnia ) es una iniciativa de defensa nacional lanzada por el gobierno polaco para fortificar sus fronteras orientales con Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado . El programa representa una de las inversiones más importantes en seguridad nacional y defensa fronteriza en la historia de posguerra de Polonia.
El gobierno polaco anunció el programa East Shield el 18 de mayo de 2024. [1] El programa tiene como objetivo mejorar la preparación militar y la seguridad fronteriza de Polonia a través de una combinación integral de sistemas de vigilancia modernos, barreras físicas y desarrollo de infraestructura. [2]
El programa está respaldado por una inversión sustancial de más de 10 mil millones de złoty polacos (aproximadamente 2,55 mil millones de dólares), que se asignarán durante los próximos cuatro años. Este financiamiento apoyará la construcción y el despliegue de varias instalaciones de defensa a lo largo de la frontera. [2]
East Shield incluye la construcción de barreras físicas diseñadas para impedir y controlar el movimiento a través de la frontera. Estas barreras sirven a la vez como disuasivo y como medio para retrasar posibles incursiones. [3]
Una característica clave del programa es el despliegue de sistemas de vigilancia avanzados, algunos de los cuales funcionan con inteligencia artificial. Estos sistemas abarcan una variedad de capacidades, que incluyen inteligencia de imágenes (IMINT), inteligencia de señales (SIGINT) y monitoreo acústico. [3]
La frontera estará equipada con una serie de estaciones base y mástiles que albergarán los sistemas de alerta y seguimiento. Estas instalaciones también facilitarán las comunicaciones cifradas, la guerra electrónica y las medidas anti-drones. [3]
Se establecerán centros operativos de análisis de datos para integrar la información recopilada por los sistemas de vigilancia. Estos centros aprovecharán la IA para procesar datos y conectarse con sistemas de armas automáticamente. [3]
Polonia ha expresado su intención de colaborar con los socios de la OTAN y la Unión Europea en el programa East Shield. La iniciativa se considera un proyecto fundamental que remodelará la dinámica de seguridad en la región, particularmente a la luz de la defensa colectiva del flanco oriental de la OTAN. El anuncio de East Shield ha recibido el apoyo de varios sectores, incluidos los Estados bálticos , que comparten preocupaciones de seguridad similares. El programa se considera una medida proactiva para reforzar la estabilidad regional y disuadir posibles agresiones. [3]