La desmanufactura es un proceso en el que un producto, después de un uso prolongado, a menudo al final de su vida útil, se desmonta o desmonta en sus componentes. La desmanufactura también se conoce comúnmente como el proceso inverso de fabricación y, por lo tanto, puede incluir, además del desmontaje o desmontaje, otros pasos de procesamiento. Por ejemplo, la desmanufactura suele comenzar con la manipulación del producto y luego con un paso de clasificación para evaluar la funcionalidad del producto y/o los componentes que contiene para evaluar si son adecuados para su reutilización o se consideran inutilizables y deben reciclarse, de modo que los materiales se puedan utilizar en nuevos productos. [1] Se propuso que la desmanufactura se utilizara en todas las industrias como un medio para reducir la huella ambiental y, al mismo tiempo, preservar la viabilidad económica de los procesos involucrados. Este término fue acuñado por primera vez por el profesor Walter W. Olson y el profesor John W. Sutherland en 1993. [2]
En el caso de los productos electrónicos desechados , la desmanufacturación implica desmantelarlos en sus componentes. [3] Después de un paso de clasificación y manipulación del producto, los productos electrónicos generalmente se desmantelan en sus componentes, ya sea para respaldar la reutilización de componentes (discos duros, RAM, CPU, etc.) o para facilitar el aumento de metales preciosos (por ejemplo, Au y Ag de placas de circuito impreso) y la recuperación de metales críticos (por ejemplo, Nd de imanes permanentes en discos duros).
Existen dos formas de desmanufacturación: destructiva y no destructiva. [4] La desmanufacturación no destructiva incorpora acciones de desmontaje no destructivo o acciones de desmontaje semidestructivo en las que solo se dañan los sujetadores para permitir que los componentes se desarmen y luego se reutilicen en nuevos productos. Por el contrario, la desmanufacturación destructiva se basa en técnicas de desmantelamiento destructivo en las que se utiliza información sobre la estructura del producto para definir puntos de corte óptimos, que se utilizan para desarmar el producto y separar componentes específicos con un mayor rendimiento y concentración en apoyo del reciclaje de material. La desmanufacturación destructiva se adopta comúnmente cuando la reutilización de componentes ya no es posible debido a fallas de componentes u obsolescencia técnica y cuando las técnicas de desmantelamiento destructivo son más rentables.
La desmanufacturación tiene numerosos efectos económicos. Esta práctica genera numerosos puestos de trabajo para personas y comunidades; además, se considera que las oportunidades de negocio y la reducción del impacto ambiental de la reutilización de componentes y la remanufacturación de productos tienen un gran potencial. La Oficina del Ejecutivo Federal de Medio Ambiente ha estimado que esta práctica ha generado 100 mil millones de dólares en ingresos. [1]