Ranitomeya vanzolinii , también conocida como rana venenosa brasileña [2] o rana venenosa moteada , [3] es una especie de anfibios del género Ranitomeya , de la familia de las ranas venenosas dardo, Dendrobatidae . Se encuentra en las selvas tropicales amazónicas de Brasil y Perú , y posiblemente Bolivia . [2]
El nombre específico vanzolinii honra a Paulo Vanzolini , un herpetólogo y compositor brasileño . [4]
Cuando está completamente desarrollada, R. vanzolinii alcanza una longitud de hocico a cloaca de entre 16,7 y 19 mm (0,66 y 0,75 pulgadas). Esta especie se alimenta de una variedad de invertebrados diminutos, incluidas hormigas y ácaros. [5]
Durante la temporada de reproducción, los machos tienen un canto parecido al de un grillo que atrae a las hembras. [6] A diferencia de algunas ranas dendrobátidas, los padres de R. vanzolinii protegen y alimentan activamente a sus renacuajos . La hembra pone un huevo fértil (o huevos) en un pequeño charco de agua de lluvia recolectada, generalmente dentro del embudo central o "copa" de una bromelia . Una vez que los huevos eclosionan, el macho anima a la hembra a poner un huevo infértil en el mismo pequeño charco, en un esfuerzo por proporcionar a las crías una fuente de nutrición hasta que les crezcan extremidades y puedan valerse por sí mismas. Los padres forman una pareja monógama durante este período. [3] [6]
Los hábitats naturales de la especie son los bosques nubosos premontanos y las selvas bajas entre 300 y 1280 metros sobre el nivel del mar, especialmente los bosques con plantas de bambú y bromelias, que pueden formar los fitotelmos que utilizan para reproducirse. Los adultos son principalmente arbóreos , y se encuentran principalmente hasta 2 metros sobre el suelo, ocasionalmente más arriba. El área de distribución de la rana incluye parques protegidos como el Parque Nacional da Serra do Divisor y la Reserva Extrativista do Alto Juruá. [1]
La UICN clasifica a esta rana como de menor riesgo de extinción debido a su amplia distribución, gran parte de la cual se ha mantenido intacta, y a su presunta gran población. La amenaza que enfrenta proviene de la pérdida de hábitat asociada a la agricultura, la cría de ganado y la tala de árboles. También se la captura en estado silvestre para el comercio internacional de mascotas. En una redada en Lima, Perú, los funcionarios encontraron cientos de ranas empaquetadas en tubos para su transporte a Europa, ocultas entre un cargamento de peces tropicales, y la mitad de ellas estaban muertas. [1] [5]