Daniel Lezama (nacido en 1968 en la Ciudad de México) es un artista mexicano contemporáneo radicado en la Ciudad de México. [1] [2] Es conocido por sus composiciones fantásticas, a veces inquietantes, constituidas por representaciones altamente realistas del pueblo mexicano yuxtapuestas en extrañas situaciones oníricas y con fuertes significados simbólicos conectados con la historia y las tradiciones mexicanas. [3]
Daniel Lezama nació en la Ciudad de México en 1968. Su padre era pintor comercial y junto con su familia vivió en México, Texas y París y creció en estrecho contacto con las artes visuales. Lezama estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (Academia de San Carlos) de la Universidad Nacional Autónoma de México de donde se graduó en 1997.
Inició su carrera artística formal en 1995 y ha tenido una productiva carrera desde entonces. Su estilo ha sido influenciado por múltiples artistas como Rubens, Goya, Caravaggio, Velázquez, Hopper y Orozco, entre otros. [4] En sus pinturas, Lezama utiliza representaciones de apariencia realista para crear escenas irreales inspiradas en delicados temas sociales y psicológicos mexicanos históricos y contemporáneos desde su punto de vista muy personal. Muchas de sus pinturas reúnen a grupos de personas no relacionadas en entornos inesperados que dan como resultado representaciones que se asemejan al arte surrealista. Si bien tiene bastante éxito y ha expuesto ampliamente, su trabajo genera reacciones contradictorias que han hecho que algunos galeristas duden en exhibirlo y que los coleccionistas duden en poseerlo. Las composiciones de Lezama suelen reunir a grupos de personas en circunstancias extrañas y surrealistas. Si bien sus imágenes representan personajes cotidianos, en sus composiciones se convierten en historia, mitos y leyendas. Cada imagen de la composición tiene un significado singular, pero la composición conecta a todos los personajes. Las peculiares características físicas y la mentalidad de las personas de la sociedad mexicana se destacan en las composiciones de Lezama. Ha definido elementos de su estilo como “figurativos” ya que sus representaciones parecen reales pero no lo son, “naturalistas” porque crea a partir de la imaginación en lugar de utilizar modelos y “alegóricos” porque su obra puede ser sometida a múltiples interpretaciones. Además, señala que no pinta lo que le gusta sino lo que debe. Dice que intenta pintar a diario. Si bien al principio de su carrera utilizó bocetos preliminares antes de realizar la pintura final, ahora pinta directamente sobre grandes lienzos. Además de extensas pinturas, también ha producido esculturas.
Al principio de su carrera, recibió el premio de adquisición durante la X Bienal Rufino Tamayo en México en 2001 por su obra Niña Muerta, una decisión que fue muy discutida y controvertida. [5] Ha recibido múltiples reconocimientos y patrocinios desde entonces. Mientras algunas galerías y coleccionistas han condenado y/o rechazado su obra, otros la han buscado y adquirido.
Actualmente Lezama reside y trabaja en el centro de la Ciudad de México. Se considera un “hedonista reflexivo”. [6] Viaja diariamente desde su casa en la Ciudad de México a su estudio, ubicado cerca de El Zócalo en el centro de la ciudad, para separar sus actividades artísticas de su vida privada.
La obra de Lezama se ha mostrado en más de 20 exposiciones individuales y más de 60 exposiciones colectivas tanto en México como en el extranjero. Por ejemplo: 2022 Centro Cultural Taller Popular, Oaxaca, México (Solo). 2022 Museo de Arte Moderno, Ciudad de México, México (Solo). 2020 Museo Mexicano, San Francisco, California (Solo – En línea). 2012 Spinnerei, Leipzig, Alemania (Colectivo).
Sus obras se pueden encontrar en numerosas colecciones de museos y casas de coleccionistas privados en México y el extranjero. Por ejemplo: Museo, en San Francisco, California.