"Give Me My Arrows And Give Me My Bow" es una balada escrita y compuesta por Samuel Lover en 1848. [1] Lovers, un compositor y novelista irlandés, escribió la balada durante un viaje a los Estados Unidos. [2]
El amante precedió el poema con una historia introductoria: [3]
En los grandes lagos norteamericanos hay islas que llevan el nombre de " Manitou ", que significa "EL GRAN ESPÍRITU", y la tradición india declara que en estas islas el Gran Espíritu ocultó los metales preciosos, demostrando con ello que no deseaba que los poseyera el hombre; y que siempre que algún mortal temerario ha intentado obtener tesoros de "La Isla Manitou", su canoa siempre ha sido arrollada por una tempestad. Sin embargo, los "Pálidos", sin temor al trueno de "Manitou", están ahora trabajando la extensa región mineral de los lagos.
No me tientes, forastero, con oro de la mina,
tengo un tesoro más precioso que el tuyo;
libertad en el bosque y salud en la caza,
donde el cazador ve belleza en el rostro brillante de la Naturaleza,
entonces dame mis flechas y dame mi arco,
para vagar por los bosques salvajes donde fluyen los rápidos azules.
Si el oro hubiera sido bueno, EL GRAN ESPÍRITU hubiera dado
ese regalo, como los otros, tan libremente desde el Cielo:
el lago me da pescado blanco; el ciervo me da carne,
y el trabajo de la captura me da un sueño tan dulce:
entonces dame mis flechas y dame mi arco.
Para vagar por los bosques salvajes donde fluyen los rápidos azules.
¿Por qué buscas la muerte en la cueva oscura para encontrarla
mientras hay vida en la colina en el viento que respira salud?
Y la muerte te separará pronto de tu tesoro tan brillante,
como el oro del atardecer se pierde en la noche:
entonces dame mis flechas y dame mi guía,
para vagar por los bosques salvajes donde fluyen los rápidos azules.
El título de la canción proviene de la primera línea de "The Samoyeds", un poema del reverendo Isaac Taylor. [4]
Dadme, pues, mis flechas y mi arco,
y atravesaré estos desiertos cubiertos de nieve;
llevaré mis zapatos largos para no hundirme en ellos
y mi abrigo, hecho de una piel bien ajustada;
cazaré armiños o mataré osos salvajes.
O un zorro o un gato salvaje caerán en mi trampa;
mi apetito me llama y, como es ése el caso,
debo encontrar una cena mediante la caza.