El desarrollo curricular es un proceso planificado, progresivo, sistemático y con un propósito definido, cuyo objetivo es introducir mejoras positivas en el currículo y el sistema educativo. Para desarrollar los currículos se han utilizado diversos enfoques. Los enfoques más utilizados son el análisis (es decir, el análisis de las necesidades y de las tareas), el diseño (es decir, el diseño de objetivos), la selección (es decir, la elección de los métodos de aprendizaje y enseñanza y de evaluación apropiados), la formación (es decir, la formación del comité de implementación del currículo o del comité de evaluación del currículo) y la revisión (es decir, el comité de revisión del currículo). [1]
No existe un único plan de estudios que sea "mejor" para todas las situaciones. No sólo la ubicación geográfica depende del tipo de plan de estudios que se imparte, sino también la demografía de la población. Algunos planes de estudios se basan en gran medida en la ciencia y la tecnología, mientras que otros se centran principalmente en las artes. Sin embargo, una comparación de diferentes planes de estudios muestra que ciertos enfoques son generalmente más eficaces que otros. Los programas integrales que abordan la salud, la nutrición y el desarrollo han demostrado ser los más eficaces en la primera infancia, especialmente en los programas dirigidos a niños muy pequeños y vulnerables. [2] [3] Esto requiere un compromiso genuino de los organismos y las personas para trabajar juntos, planificar proyectos en colaboración e involucrar a los padres y las comunidades. [4]
Un currículo humanista es un currículo basado en la educación intercultural que permite la pluralidad de la sociedad al tiempo que se esfuerza por garantizar un equilibrio entre el pluralismo y los valores universales . En términos de política, esta perspectiva considera los marcos curriculares como herramientas para unir objetivos educativos amplios y los procesos para alcanzarlos. Una perspectiva de desarrollo curricular humanista sostiene que para que los marcos curriculares sean legítimos, el proceso de diálogo político para definir los objetivos educativos debe ser participativo e inclusivo. [5] Un aspecto central de esta perspectiva es que tanto la política como el contenido curricular deben guiarse por los principios de justicia social y económica , igualdad y responsabilidad ambiental que constituyen los pilares del desarrollo sostenible . [6]
Este artículo incorpora texto de una obra de contenido libre . Licencia CC BY-SA IGO 3.0 (declaración de licencia/permiso). Texto tomado de Rethinking Education: Towards a global common good?, 41-42, UNESCO. UNESCO. Este artículo incorpora texto de una obra de contenido libre . Licencia CC BY-SA IGO 3.0 (declaración de licencia/permiso). Texto extraído de Investing against Evidence: The Global State of Early Childhood Care and Education, 243-265, Marope, PTM, Kaga, Y., UNESCO. UNESCO.