Las motillas fueron los primeros asentamientos de La Mancha ( España ) pertenecientes a la Edad del Bronce Medio , y vinculados a la cultura del Bronce de Levante . Se trataba de colinas artificiales sobre las que se situaban asentamientos fortificados. Su altura suele estar entre los cuatro y los cinco metros y las motillas están separadas entre sí por una distancia de cuatro a cinco kilómetros. Su construcción comenzó hacia el año 2200 a. C. y se utilizaron durante unos 1000 años.
En un principio se creyó que las motillas eran túmulos funerarios antiguos. Sin embargo, esta hipótesis quedó descartada cuando una excavación en la Motilla del Azuer realizada en los años setenta demostró su capacidad defensiva y de gestión, permitiendo así controlar una amplia zona con facilidad.
Algunos sitios similares en las estribaciones de Sierra Morena son ciudades fortificadas de mayor tamaño.
Las motillas fueron construidas en el periodo de c. 2200 a. C.–1200 a. C. [1] Su uso comenzó en la época del evento de los 4,2 kiloaños . Fueron necesarias como consecuencia de la severa aridificación que afectó a esta amplia zona geográfica. También se utilizaron como centro de control de los recursos agrícolas. Dejaron de utilizarse tras el fin de la civilización argárica .
Recientemente, los arqueólogos han sugerido que estas estructuras están relacionadas principalmente con la gestión del agua y la producción agrícola:
"Motilla del Azuer contiene el pozo más antiguo conocido de la Península Ibérica y los arqueólogos sospechan que los recintos amurallados fueron utilizados, por tanto, para proteger y gestionar las condiciones de vida de las personas que vivían en el asentamiento: para asegurar el agua del pozo, para almacenar y procesar cereales a gran escala, para guardar ocasionalmente el ganado y para producir cerámica y otros artefactos domésticos." [2]
El análisis de Moreno et al. (2014) verificó una relación entre el sustrato geológico y la distribución espacial de las motillas [1], quienes informaron sobre la primera investigación interdisciplinar paleohidrogeológica en La Mancha. Según los autores:
“Estudios recientes demuestran que los yacimientos de motilla de la Edad del Bronce en La Mancha pueden ser el sistema de captación de aguas subterráneas más antiguo de la Península Ibérica. ... Fueron construidos durante el Evento Climático 4,2 ka cal BP , en un momento de estrés ambiental debido a un periodo de sequía severa y prolongada.” [1]