La crítica de la información (también crítica de la información o crítica de la información ) se entiende como una transformación de la teoría crítica para sostener que hoy ya no existe ninguna posición trascendental, objetiva o privilegiada desde la cual se pueda emprender la crítica o el análisis social. Si la sociedad es intrínsecamente informativa y el analista es ineludiblemente parte de la sociedad, también el analista y el análisis deben ser informativos, tan ligados a la naturaleza de la información y caracterizados por ella como cualquier otra entidad o fenómeno social. Como escribió Lash (2002), "La crítica de la información está en la información misma" (p. 220); "La crítica de la información debe ser crítica sin trascendentales" (p. 9).
Andersen (2005/2008) equipara la crítica de la información con la crítica de la funcionalidad y legitimidad de los sistemas de organización del conocimiento, como las bibliografías, los sistemas de clasificación, los tesauros, las enciclopedias y los motores de búsqueda, todos ellos sistemas que de una u otra manera median la parte registrada de la sociedad y la cultura. Estos sistemas de organización del conocimiento también son las herramientas profesionales de los bibliotecarios.