Es 1824, Beethoven (Ed Harris) está terminando su Novena Sinfonía bajo la presión de su inmediato estreno y con los problemas que le ocasiona su sordera.
Ella demostrará sus grandes dotes en el mundo de la música y dejará perplejo al propio Beethoven.
En la película, Beethoven hace una alusión a su sonata Claro de Luna.
Aunque este es un tema controvertido debido a su sordera, parece que Beethoven estuvo presente en el podio del director, aunque tal vez no dirigiendo personalmente.
[2][3][4] La última aparición documentada de Beethoven como ejecutante, tuvo lugar una década antes, en 1811.