Christus: Ein Mysterium in einem Vorspiele und drei Oratorien es una composición musical de Felix Draeseke que consta de un preludio y tres oratorios completados en septiembre de 1899. [1]
Fue el logro más impresionante de Felix Draeseke y le llevó más de treinta años prepararlo y cinco años componerlo. Abarca los números del opus 70 al 73. A principios de la década de 1860, Draeseke y su cuñado, el reverendo Adolf Schollmeyer, comenzaron a recopilar ideas para el proyecto. Según las notas del programa del propio compositor:
Christus se estrenó en Berlín en 1912, bajo la dirección de Bruno Kittel. [2] Más tarde, ese mismo año, Kittel dirigió una segunda interpretación completa en Dresde; estas fueron las únicas interpretaciones completas de la obra en vida de Draeseke. En 1990 y 1991 se realizaron las siguientes dos interpretaciones completas en Speyer y Heilbronn, que fueron una iniciativa conjunta de Udo-R. Follert en Speyer y Hermann Rau en Heilbronn. Estas interpretaciones se grabaron y Bayer Records publicó una edición en CD.
La suite ha sido interpretada por Felix Friedrich , organista de Altenberg, Alemania desde 1994 (Braunschweig St. Ulrici, Munich St. Bonifaz) y de Estados Unidos ( Farmington Hills, Michigan y Northville, Michigan ). En 1995, en el 9º aniversario de la Sociedad Internacional Draeseke, las tocó en la iglesia de la ciudad de Coburg . [2]
Christus se compone de cuatro secciones separadas:
Aunque la obra está compuesta por tres oratorios , se parece más al Ciclo del Anillo de Wagner que al oratorio tradicional. Draeseke pretendía que encajara en la categoría de "Musikdrama" de Wagner y, de hecho, utilizó un leitmotiv a lo largo de la obra. Debido a su duración, una representación de Christus abarca tres noches. La obra solo se representó dos veces en su totalidad y, a diferencia del Ciclo del Anillo de Wagner , Draeseke prefirió que su obra se representara en una iglesia. Draeseke escribió en las notas del programa después del estreno de Christus :
"El compositor nunca tuvo la intención de que su obra fuera interpretada en el escenario. Sería contrario a sus intenciones... Una representación en la iglesia siempre sería preferible a una en la sala de conciertos."
A diferencia del oratorio tradicional, la obra no contiene narrador, ni evangelista, ni recitativo, sino un coro de 150 a 200 miembros que se encarga de hacer avanzar la trama.