Chien Chih-cheng ( chino :簡稚澄; pinyin : Jiǎn Zhìchéng ) (fallecida el 12 de mayo de 2016) fue una veterinaria taiwanesa , trabajadora de protección animal y directora de un refugio de animales . Su suicidio provocó indignación en todo Taiwán por la legislación inadecuada en materia de eutanasia animal , así como por el problema del acoso cibernético por parte de los internautas y la prensa. [1] [2]
Chien se graduó en la Universidad Nacional de Taiwán como veterinaria, logrando la puntuación más alta en el examen de servicio civil Tekao (特考) de Taiwán. [ cita requerida ] Trabajó como directora de un refugio de animales en el distrito de Xinwu . [3] Chien apareció en un programa de televisión que reveló que había sacrificado a más de 700 perros callejeros en un año. [3] Esto llevó a que muchos activistas de animales la atacaran, y los medios de comunicación y los internautas taiwaneses la tildaran de "carnicera" (女屠夫) y "verdugo" (女劊子手). En ese momento, Taiwán luchaba contra el abandono de animales y el hacinamiento en sus refugios. En 2015, Taiwán sacrificó a 10.900 animales de refugios y casi otros 9.000 murieron por otras causas. [1] Ese año, se adoptaron 550.000 animales. [4]
El 5 de mayo de 2016, Chien se inyectó a sí misma la misma droga que usaba para sacrificar perros callejeros, y finalmente falleció el día 12. Tenía 32 años. Se dice que Chien dejó una nota en la que describía cuánto amaba a los animales y que se había quitado la vida en un intento de comunicar que "todas las vidas son iguales" e instar al gobierno a hacer más para ayudar a los animales abandonados. [4] Su muerte puso de relieve el inmenso estrés que sufrían los trabajadores de protección animal. También provocó una condena generalizada de los internautas y los medios de comunicación por la representación de Chien. [5]
Un año después del suicidio de Chien, entraron en vigor cambios en la Ley de Protección Animal de Taiwán (動物保護法), que ilegalizaban la eutanasia de animales callejeros. [6] La ley se aprobó un año antes del suicidio de Chien. [7] El gobierno taiwanés ofreció además un mayor apoyo psicológico a los trabajadores de los refugios. [3]