Fugara o Fuqara ( árabe : فجرا ) son chamanes o personas con poderes sobrenaturales en el chamanismo beduino . [1] Fugara significa 'débil', ya que se sabe que estos individuos evitan las comidas copiosas. [2] Son maestros del misticismo del desierto y se cree que tienen acceso al reino espiritual. Proporcionan consejos, enseñanzas o conocimientos espirituales a tribus enteras, además de atender a los enfermos.
Los "fugara" son iniciados cuando son jóvenes, a veces a los 14 años. Los chamanes beduinos nómadas asumen una función socio-religiosa dentro de la comunidad. El chamán puede desempeñar el papel de sacerdote o jeque, metafísico o curandero.
Los chamanes beduinos utilizan muchas plantas con fines médicos y ritos espirituales. La harmala, mezclada con incienso, se utiliza para curar a las personas poseídas por los genios, un tratamiento que a menudo incluye el toque de tambores y la recitación de versos coránicos. Los tambores, la manipulación de la respiración, las ordalías, el ayuno, las ilusiones teatrales, todos son métodos consagrados por el tiempo para entrar en trance para el trabajo chamánico.
El Zikr, que se traduce simplemente como "recuerdo divino", también se practica como método para curar enfermedades mentales o físicas. Se realiza repitiendo versos sagrados o atributos de Dios de forma individual. El chamán combina el uso de los atributos de Dios y los versos sagrados con la oración en un método específico y complejo.
La fórmula, llamada "wifq", puede escribirse en papel, hueso o cuero y colocarse en un vaso de agua (para que la tome el paciente), enterrarse en el suelo o llevarla consigo. Las fórmulas también pueden decirse en voz alta, en el corazón o de muchas otras formas. Esto puede aplicarse no solo para curar enfermedades mentales o físicas, sino también para resolver problemas familiares, financieros o sociales. Este último método utiliza el poder de Dios solo con fines constructivos y no es similar al vudú, la magia negra o la brujería, que utilizan el poder de los genios o espíritus malignos con fines destructivos.
Los beduinos creen que los fenómenos sobrenaturales afectan significativamente su vida, como la intervención de entidades sobrehumanas, ya sean dioses o demonios. Estas entidades se dividen en tres categorías: los antepasados, los dioses y los djinn o genios.
Se dice que los genios llegaron a la Tierra siglos antes de que existiera el hombre. Fueron los primeros amos de la Tierra. Construyeron enormes ciudades cuyas ruinas aún se mantienen en lugares olvidados. Eones después, muchos genios se vieron obligados a huir de la Tierra, mientras que otros fueron encarcelados. Otros aún deambulan por lugares desolados hasta el día de hoy. Se dice que los genios son invisibles para los hombres normales. [3]