Flesh and Fury es una película deportiva dramática de cine negro estadounidense de 1952 dirigida por Joseph Pevney y protagonizada por Tony Curtis , Jan Sterling y Mona Freeman . [1]
La aficionada al boxeo Sonya Bartow y el mánager Pop Richardson se quedan impresionados la primera vez que ven al amateur Paul Callan ganar una pelea. Se quedan aún más sorprendidos, y Sonya algo horrorizada, cuando descubren más tarde que Paul es sordo.
Pop acepta entrenarlo, aunque todavía no ha superado del todo la muerte en el ring de un antiguo protegido. Comienza una relación romántica con Sonya, pero ella se niega a casarse con Paul hasta que sea campeón. Presiona con impaciencia a Pop para que organice una pelea por el título, incluso si él aún no está listo.
Cuando una reportera, Ann Hollis, viene a entrevistar a Paul, utiliza el lenguaje de señas . Sonya se burla de él diciendo que es un lenguaje "tonto" y Paul explica que siempre ha sido reacio a usarlo. Ann comienza a salir con Paul, lo lleva a una escuela para niños sordos y le presenta a su padre sordo, un arquitecto exitoso. Sonya, borracha, amenaza con matar a Ann si no deja a Paul en paz.
Un médico realiza una operación que le devuelve la audición a Paul. Paul se apresura a ir a casa de Ann, pero hay una fiesta tan ruidosa que lo confunde y lo abruma. Paul vuelve a casa de Sonya y le informan con entusiasmo que se ha organizado una pelea con Logan, el campeón. Paul descubre que Sonya ha escondido un telegrama del médico, en el que le explica que una paliza en el ring podría provocarle una nueva sordera.
Sonya apuesta fuerte por la pelea, pero a que Paul perderá. Los golpes que recibe hacen que su audición se debilite. Con todo el ruido que lo distrae apagado, Paul se recupera para ganar la pelea. Se reúne con Ann y se siente aliviado cuando puede escucharla hablar.