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Batalla de Arroyo Bermejo

La Batalla de Arroyo Bermejo (también conocida como Combate de Arroyo Bermejo o Acción de Arroyo Bermejo ) fue un enfrentamiento militar ocurrido el 29 de septiembre de 1863, ocurrido en el río Bermejo en Don Juan, poblado de Monte Plata, en el marco de la Guerra de Restauración Dominicana durante el reinado de Isabel II de España , donde el ejército real español, dirigido por el teniente general Pedro Santana se enfrentó contra las tropas del ejército libertador dominicano del general Gregorio Luperón .

Los acontecimientos de la revolución acaecidos en agosto de 1863 en las poblaciones fronterizas con Haití y en el Cibao dieron pie a que el gobernador civil superior y capitán general de Santo Domingo, Felipe Rivero concibiera el plan de emprender una expedición al Cibao con una división encabezada por el general Pedro Santana, siguiendo la misma táctica habitualmente seguida constantemente respecto a los disturbios en tiempos de la república y que siempre dio el resultado deseado. Aquella expedición integrada por peninsulares y dominicanos tenía entre sus objetivos atravesar la cordillera central, destruir la revolución junto con su campaña iniciada en el Cibao y auxiliar a las fuerzas en la ciudad de Santiago . Este plan era visto por los partidarios de la monarquía española como una esperanza, mientras que para los partidarios de la independencia era un motivo de preocupación.

La batalla se saldaría con la victoria de los independentistas, y la retirada de las fuerzas realistas hacia la ciudad de Santo Domingo . La victoria del ejército libertador es ampliamente conocida debido a la historia apócrifa narrada en la obra del mayor general Gregorio Luperón, Apuntes autobiográficos y apuntes históricos , donde se hace un paralelo entre los generales Santana y Luperón. Actualmente la batalla es conmemorada por la Comisión Permanente de Aniversarios Patrióticos y el Ministerio de Defensa de la República Dominicana, la alcaldía y la gobernación de Monte Plata siguiendo la narrativa del relato apócrifo. [1] [2]

Fondo

Plan de expedición española al Cibao

Proyecto de expedición

El capitán general Felipe Rivero y Lemoine , al recibir las noticias iniciales de la insurrección que había estallado en los pueblos de la frontera dominico-haitiana y su expansión hacia Santiago , supo de la importancia de acudir con fuerzas para aniquilar el foco de revolución. El capitán general Felipe Rivero, al encontrarse sin tropas, a la espera de ayuda de las Antillas y con escasas e inciertas noticias respecto a los acontecimientos en Santiago, ignorante además de que la mayor parte de las tropas que habían llegado de Cuba se habían dirigido hacia Santiago desde la ciudad de Puerto Plata , sintió la necesidad de actuar con eficacia y rapidez en su estado casi desesperado, y consultaría con el general Pedro Santana , marqués de las Carreras, el hombre más entendido y prestigioso de la isla. En esta entrevista con Santana surgió el plan de una expedición al Cibao , para que recorriendo el interior de la isla pudiera reavivar la confianza en los pueblos y destruir la propaganda rebelde.

Este proyecto de expedición fue anunciado en los periódicos de la Ciudad de Santo Domingo el día 12 de septiembre bajo las siguientes condiciones: [3]

Tropas de Monte Plata y Bayaguana, al mando del General D. Juan Contreras, se dirigieron a San Pedro, punto que parece ser el señalado para la reunión del ejército expedicionario, que según nuestros informes ha de marchar sobre La Vega, a las órdenes de Su Excelencia el General D. Pedro Santana, quien retomará el mando de todo el Cibao.

Según el teniente general José de la Gándara , la expedición atravesaría la cordillera central, pasaría por el pueblo de Bonao o por el pueblo de Cotuí y finalizaría marchando hacia Santiago. [4]

Preparativos para la expedición

El capitán general Rivero y Santana, a base de retirar destacamentos y despojar de plazas de importancia secundaria, consiguió reunir una columna de 2.100 hombres. La columna estaba formada por el batallón de cazadores de Bailén, de San Marcial, parte del de Vitoria, una compañía de ingenieros, dos piezas de montaña, sesenta caballos del escuadrón de cazadores de Santo Domingo, cuatrocientos voluntarios de infantería y la quinta parte eran 500 hombres de caballería procedentes de las reservas de la localidad de San Cristóbal . La columna sería reforzada con un contingente similar al de San Cristóbal con las reservas de la localidad de El Seibo que durante la marcha serían destinadas a incorporarse a la columna.

Invasión

Marcha de tropas al mando de Pedro Santana

En la mañana del 15 de septiembre de 1863, Santana salió de la capital al frente de la columna y fue recibido por las tropas en Pajaritos en medio del mayor entusiasmo, iniciando la marcha aproximadamente a las dos de la tarde. Después de un breve descanso en Poma Rosa, llegaron al anochecer a Sabana Mojarra, donde acamparon frente al río Yábacao. Las tropas españolas iniciaron su marcha en la mañana del día 16 y a las diez de la mañana llegaron a las orillas del río Yábacao, donde el paso sería difícil debido a su anchura, profundidad y la fuerte corriente producida por la lluvia. Después de salvar el obstáculo, continuaron avanzando hasta Sabana Yuna, donde las tropas pasarían la noche sufriendo la lluvia.

A las ocho de la mañana del 17 de septiembre, la marcha continuó hacia el pueblo de Monte Plata, lugar donde se decía que se reunían los insurgentes, llegando al mediodía a Sábana del Río Socoa, desde donde el Marqués de las Carreras ordenaría a una compañía de Bailén y a la caballería marchar a marcha forzada para llegar a Monte Plata antes de que los insurgentes tomaran posesión de la población. La columna partió en la misma dirección dos horas después, entrando en el pueblo al anochecer al son de la música y con las banderas desplegadas, y formando en la plaza principal, el secretario de Santana, el coronel de reserva José María Pérez, leyó una proclama llamando a todos los habitantes a las armas para que junto con las tropas españolas combatieran la rebelión.

Contratiempos y detalles

En un sorprendente giro de los acontecimientos, Santana se encontró abandonado por uno de sus antiguos seguidores, Pedro Valverde (en la foto).

Las tropas españolas se encontraban exhaustas y desgastadas, como si hubieran pasado muchos días caminando cuando el trayecto que cubrían no era muy largo y fácil en circunstancias normales. La situación de las tropas empeoraría debido a las malas condiciones del campamento, las prolongadas lluvias, y los efectos de la humedad y el calor, principalmente. Las tropas españolas se encontraban a la intemperie porque allí las tiendas de campaña se usaban poco en territorio encharcado y escaseaban los víveres, además las reservas provenientes de El Seibo se demoraban y esperarlas agravaba los contratiempos, el número de enfermos y de víveres. Por la falta de transporte, los enfermos no podían evacuar el campamento y eso provocaría un hacinamiento de los mismos. Santana comenzaba a impacientarse y pidió al capitán general Rivero que remediara su necesidad, esperando que al capitán general Rivero se le pidiera lo mismo de todos lados.

Uno de los compañeros de Santana, Pedro Valverde , que se encontraba preso político, era considerado ampliamente por la opinión pública como el instigador de la revolución y, aprovechando el descontento que empezaba a surgir en las filas de la reserva, animaría a muchos vecinos de San Cristóbal a desertar, lo que comenzó a suceder con inesperada rapidez. Cuando Santana decidió emprender operaciones, recibió la noticia de la capitulación de Santiago, que causó honda sensación. El comandante del Estado Mayor, Rodríguez Rivera, llegó a Monte Plata con la orden del capitán general Rivero para que la columna regresara a la capital, pero Santana no obedeció esta orden, y reunió a sus jefes de cuerpo, diciéndoles que tener a los insurgentes cerca y sin haber entrado en combate le parecía que tenía mal efecto en el cumplimiento de esta orden, pues podía influir en el descrédito del Gobierno, y opinó de probar suerte yendo en busca de los separatistas. Esta opinión fue aceptada por unanimidad y se tomaron las disposiciones necesarias para llevarla a cabo.

Batalla

El 29 de septiembre de 1863 se trasladó el campamento de Monte Plata, quedando allí una pequeña fuerza; se emprendió la marcha para atacar al enemigo porque según informes ocupaban con respetables fuerzas la formidable posición del río Bermejo, sin embargo no se sabe el número de los independentistas porque generalmente están escondidos en la espesura de los bosques y no se podrían contar fácilmente. A las diez de la mañana, tan pronto como la columna española apareció sobre la garganta del río Bermejo y fue vista por las tropas independentistas dominicanas del coronel Dionisio Troncoso desde aquella formidable posición, fue recibida con una fuerte andanada de fusilería, probando las imponentes fuerzas del ejército libertador. Las fuerzas españolas respondieron al ataque lanzándose de inmediato hacia el río y fueron contenidas por el fuego de metralla de dos piezas de artillería, y cuando se dio la señal al ejército realista para atacar, las columnas avanzaron, tomando los campamentos quemados por los rebeldes y continuando su persecución hasta los estribos del Sillón de la Viuda. A las cinco de la tarde los insurgentes ya no estaban presentes y los españoles acamparon en la nueva posición. [3] [4]

Secuelas

El día 30 por la mañana inició la marcha sobre San Pedro, que fue tomada sin resistencia. Continuó por la tarde bajo una fuerte lluvia hacia La Luisa, que se suponía estaba ocupada por el general Eusebio Manzueta con fuerzas rebeldes. Sin embargo, al haber llegado sin encontrar resistencia, acampó en este punto donde pasaría la noche. El 1 de octubre dejó en esa población a varios hombres de la reserva y de Bailén a las órdenes del general José María Pérez Contreras. La columna continuó hacia el pueblo de Sanguino, lugar al que se llegó sin incidentes, para luego cruzar el río Ozama. [ cita requerida ]

Historiografía

En la década de 1890, Gregorio Luperón escribió en sus Apuntes autobiográficos y apuntes históricos , donde narra en tercera persona parte de los acontecimientos de la guerra. En el capítulo cinco, dice que:

Tres o cuatro horas después de instalado el Gobierno, el 14 de septiembre de 1863, llegó a Santiago el general Juan Álvarez Cartagena, enviado por el general Manuel Mejía, gobernador de La Vega, para informar que el general Santana marchaba con seis mil hombres hacia el Cibao.

Sin embargo, Pedro Santana no partiría con su división hasta el 15 de septiembre. Más adelante en el libro relata lo siguiente:

Impresionados y medio aturdidos, todos los miembros del Gobierno se reunieron en consejo y decidieron que el general Salcedo, como presidente, marchara inmediatamente a la provincia de La Vega, a reunir y entrenar fuerzas para enfrentarse al general Santana; pero dicho general declinó tal honor, aduciendo que tenía que entrevistarse con los generales Polanco, Monción y Pimentel, para informarles del cumplimiento de la misión que le habían encomendado; y en vista de esta negativa, el Gobierno mandó llamar a Luperón, quien se presentó inmediatamente.

El relato continúa diciendo que el general Luperón aceptó pero con la condición de que el Gobierno declarara a Santana "traidor a la patria" y que se lo sustrajera de la protección de las leyes republicanas, demostrándose posteriormente que fue nombrado jefe de todas las fuerzas del este y del sur junto con el decreto referente a Santana, sin embargo nada de eso ocurrió el día 14, y el día 15, el general Luperón se hizo nombrar por el ministerio como jefe de operaciones sobre Bonao , mientras el presidente José Antonio Salcedo estaba ausente. Tan pronto como el presidente Salcedo regresó a Santiago el día 25, se le dijo al general Luperón que partiría de inmediato a la zona amenazada por la guerra para dirigir las operaciones. Respecto al decreto que acusaba a Santana de "alta traición" acompañado de pena de muerte, el mismo fue emitido el 25 de diciembre y en el momento en que se emitió el decreto, el general Luperón se encontraba acuartelado en el pueblo de Sabaneta , como consecuencia de haber sido sometido a un consejo de guerra en el sur, ocasionado por los errores que cometió en su campaña en el sur.

El libro continúa contando que el general Luperón encontró al coronel Troncoso y sus tropas en Sillón de la Viuda, desalojados del río Bermejo después de su derrota por Santana, y se dice que el general Luperón buscó a los españoles, desalojándolos del río Bermejo, y a las cuatro de la mañana del día siguiente se enfrentaría a Santana. El texto continúa diciendo:

Bermejo separó al héroe del pasado del héroe del futuro, y al caer la noche el general Santana dejó parte de las tropas en Bermejo y se retiró con el resto a San Pedro. Luperón cruzó el arroyo, derrotó a la retaguardia, tomó algunos prisioneros y antes del amanecer sus guerrilleros abrieron fuego sobre San Pedro. El general Santana se retiró a Guanuma y Luperón ocupó San Pedro.

Continúa diciendo que la batalla se desarrolló entre el 30 de septiembre y el 1 de octubre en el río Bermejo, hubo más que una batalla, una verdadera batalla, que fue donde el 29 de septiembre fue derrotado el general Pedro Santana, batalla que fue mencionada tanto por el capitán de infantería Ramón González Tablas, el general José de la Gándara y el mismo Santana. En Guanuma el 2 de octubre también entró en la batalla el general Luperón, derrotando decisivamente a las fuerzas españolas que allí se encontraban. [5] [6]

Véase también

Referencias

  1. ^ García Lluberes, Alcides. "ARCHIVO RESTAURACION. UN COPIADOR DE OFICIOS DEL MINISTERIO DE LA GUERRA" (PDF) . {{cite journal}}: Requiere citar revista |journal=( ayuda )
  2. ^ "Conmemoran 157 Aniversario Batalla Arroyo Bermejo". 29 de septiembre de 2020.
  3. ^ ab González Tablas, Ramón (1870). Historia de la dominación y última guerra de España en Santo Domingo. Madrid.{{cite book}}: Mantenimiento de CS1: falta la ubicación del editor ( enlace )
  4. ^ ab Gándara, José (1884). Anexión y guerra de Santo Domingo. Tomo II. Madrid: El Correo Militar.
  5. «Ministerio de Ultramar» (PDF) . Gaceta de Madrid . Madrid. 2 de noviembre de 1863.
  6. Luperón, Gregorio (1939). Notas autobiográficas y apuntes históricos del general Gregorio Luperón.