Anna Townsend (5 de enero de 1845 [ cita requerida ] - 11 de septiembre de 1923) fue una actriz de cine mudo que se dedicó por primera vez a la actuación como carrera a una edad muy avanzada. Apareció en varias películas de Harold Lloyd , [1] Townsend es probablemente más conocida por su papel como la abuela de buen corazón de Harold en Grandma's Boy (1922). [2] Esa película se desarrolló en torno a la personalidad de Townsend. [3]
Townsend nació en Utica, Nueva York . Se mudó de allí a Los Ángeles en 1885. Su carrera cinematográfica comenzó en 1919. [1]
Según un perfil de 1922 publicado en Los Angeles Evening Express , la única experiencia actoral de Townsend antes de su breve apogeo en el cine mudo fue una gira aún más breve de servicio anterior a la Guerra Civil con la Holman Light Opera Company. [4] Esto fue corroborado en gran parte al año siguiente por el Sacramento Bee , cuyo obituario de Townsend afirma que el surgimiento de la actriz "hace tres años" constituyó la primera vez "que ella [había] considerado dedicarse a la actuación como profesión". [3]
Casada al menos una vez y precedida en la muerte por su marido, [5] la señora Townsend murió el 11 de septiembre de 1923, en su casa de Los Ángeles, [6] aparentemente debido a una enfermedad no especificada contraída dos meses antes mientras hacía turismo en el Parque Nacional de Yosemite . [3]
Le sobrevivió, al menos, una hija adulta. [7] [6] Además, a juzgar por un perfil de Townsend publicado esa primavera, en el que aparecen de forma destacada referencias tanto a "hijos adultos" como a "nietos", [5] casi con certeza hubo más supervivientes.
como suegra, hace en Hot Water lo que Anna Townsend hizo en Grandma's Boy (1922): se roba el espectáculo en prácticamente cada secuencia en la que aparece.
La señora Anna Townsend [es] una adorable señorita que se jacta de sus setenta y nueve veranos. La señora Townsend es una viuda que vive en una casa impecable, bastante independiente de sus hijos adultos. [...] Trabajó durante dos años en el estudio antes de avisarles a sus hijos. Un día hubo una fiesta familiar en el teatro. 'Oh, ahí está nuestra abuela', gritó uno de los nietos.