El 25 de julio de 1999 se celebraron en Venezuela elecciones a la Asamblea Constituyente, [1] tras un referéndum celebrado en abril sobre su convocatoria.
Para la elección se crearon dos grandes coaliciones; el Polo Patriótico, integrado por el Movimiento Quinta República , el Movimiento al Socialismo , Patria para Todos , el Partido Comunista de Venezuela , el Movimiento Electoral del Pueblo y algunos otros partidos menores, y el Polo Democrático integrado por Acción Democrática , Copei , Proyecto Venezuela y Convergencia . [2]
Se aprobaron las bases electorales propuestas por el presidente Hugo Chávez y revisadas por el CNE. Se descartó un sistema de representación proporcional para seleccionar a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, y en su lugar se estableció un sistema personalizado de representación directa uninominal, que dividió al país en dos grandes circuitos nacionales y un circuito electoral por cada estado, sistema en desuso desde la dictadura de Juan Vicente Gómez . [3]
Cada elector tenía 10 votos. [4] La participación electoral fue del 46,2%. [4]
El resultado de la elección de constituyentes fue la sobrerrepresentación del chavismo en la Asamblea Constituyente y una aplastante derrota para la oposición, que una vez más había acudido a las urnas dividida. Con el 65% de los votos, el chavismo obtuvo más del 95% de los constituyentes. [ cita requerida ] El Polo Patriótico logró 121 de los 128 escaños, mientras que otros tres escaños fueron ocupados por representantes de comunidades indígenas elegidos por asociaciones indígenas. [2] Aunque la gran mayoría de los candidatos eran miembros de la sociedad civil , fuera de los partidos políticos, la falta de unidad atomizó sus esfuerzos. [5] Así, el 33% de las fuerzas que votaron por candidatos no afines al chavismo solo lograron tener siete constituyentes, siendo una de ellas Antonia Muñoz, una chavista disidente que pronto se reincorporó al partido de gobierno. [5]
Los partidos políticos y las asociaciones civiles fueron marginados del proceso constituyente, y el papel de oposición recayó entonces en las instituciones del Estado, donde sobresalen el Congreso y la Corte Suprema. Tras las elecciones, Acción Democrática y Copei vivieron crisis internas: el primero anunció nuevas elecciones de base para renovar el partido, y la directiva del segundo renunció inmediatamente. [6]