En 1902, después de que las Filipinas fueran adquiridas por los Estados Unidos a raíz de la Guerra Hispano-Estadounidense, la Iglesia episcopal designó a Brent como obispo misionero de Filipinas, a donde llegó en el mismo barco que el gobernador William Howard Taft.
Brent se centró en la población no cristiana, incluidos los igorotes de Luzón y los musulmanes y chinos de Manila.
Además, se desempeñó en varias comisiones internacionales para detener el narcotráfico, fue el principal impulsor de la lucha contra las drogas, llegando a enviar cartas al presidente Theodore Roosevelt para prohibirlas.
[1] Durante la Primera Guerra Mundial, fue el capellán superior de las Fuerzas Armadas estadounidenses en Europa.
Ayudó a organizar la primera Conferencia Mundial sobre la Fe y el Orden, que tuvo lugar en Lausana, Suiza, en 1927.