Su nombre aparece por primera vez en los textos épicos Ramaiana y Majabhárata (ambos del siglo III a. C.).Rávana era hijo del sabio Visravas y la princesa Asura Kaikasí (o Keshiní, según el Bhágavata-purana).Sus hermanos fueron Kumbhákarna (gigantesco monstruo con ‘orejas [como] ollas’, que —según el capítulo 6 del Ramaiana— dormía seis meses al año) y Vibhīshana (quien había obtenido del dios Brahmá el don de no poder realizar ninguna acción cruel).Bajo su tutela, Rávana dominó los sagrados libros Vedás, así como las artes marciales de los guerreros (chatrías).Como Shivá no apareció ante él, Rávana —que tenía diez cabezas— se cortó una cabeza y meditó durante otros mil años.Shivá tampoco se apareció ante él, por lo que Rávana se cortó otra cabeza y meditó otros mil años; y así sucesivamente hasta que estuvo a punto de cortar la última cabeza.Shivá, molesto por esta actitud arrogante y orgullosa, tocó apenas la montaña con su dedo, afirmándola sobre Rávana.Rávana, a cambio, se convirtió de por vida en devoto del dios Shivá.Invadiendo el mundo de las tinieblas por completo, dejó a su hijo Ahiravana como rey.Al comienzo del texto épico Ramaiana, Rávana es mostrado como el gobernante de todas las razas mortales y divinas, a tal punto que puede ordenar al Sol a salir o ponerse.Rama, su esposa Sita y su hermano Lakshmaná vivían en el bosque, exiliados del reino de Aiodhiá.Sita se rio de ella, así que Surpanaka asumió su horrenda forma original y la atacó para comerla.Sus acciones y su comportamiento, tal como son novelados en el Ramaiana, tratan de demostrar que la piedad sin virtud es inútil.Es posible que parte de su acción y carácter hayan sido alterados debido a su guerra contra Ram.Este mismo Kroni se manifiesta en diversas formas en diferentes eras o iugás, por ejemplo, como Rávana y Duryodhana.Los ayya vazhi creen que en esta era, Kroni (el espíritu de Kali yuga) es omnipresente.El bondadoso Visnú acordó que debían ser castigados pero mitigó el efecto de la maldición: les preguntó si querían nacer siete veces como devotos del Señor o tres veces como sus enemigos.
Escultura de
Yaia
(guardián de la puerta de
Vaikunthá
, la eterna morada espiritual del dios
Visnú
), cuidando la entrada al altar del templo de Visnú llamado Chenna
Késhava
. Según el
Bhágavat Puraná
, el demonio Rávana era un avatar del divino Yaia.
Ravana en un carro de latón, Searsole Rajbari, Bengala Occidental, India.